HUMBERTO CHAVES

24.06.2017

Introducción

Humberto Chaves fue un pintor realista que buscó una representación sin idealizaciones de las figuras, con representaciones sencillas en los retratos; con un colorido mesurado en las escenas costumbristas y paisajes. Sus bodegones están hechos con buena composición y de forma equilibrada siendo una parte de importancia entre sus trabajos.

Biografía

Humberto Chaves Cuervo (Medellín 1 de agosto de 1891 - Medellín 28 de agosto de 1971) fue un pintor, dibujante, ilustrador y publicista colombiano nacido en Medellín, Colombia, hijo de Rafael Chaves Murcia y Dévora Cuervo Toro.

Gracias al oficio de su padre como artesano pintor, Chaves se forma desde temprana edad en las distintas técnicas del oficio, pero también, debido a la militancia política de su padre, coronel liberal, y a la muerte de su madre en 1899, desde los 8 años de edad y junto a su familia debió afrontar la orfandad y el horror de la Guerra de los Mil Días, cuando su padre fue perseguido y deportado a Panamá. adversidad que determinó su temperamento como ser humano y como artista.

Contrajo matrimonio en 1915 con María Villa Villa y tuvo 9 hijos. Su vida familiar fue metódica y sobria, y puede decirse que siempre vivió para el arte adoptando la difícil mas no imposible profesión de pintor, en una región como Antioquia, próspera y aislada, que apenas empezaba a asimilar la idea de progreso y la aceptación del arte como expresión de civilidad.

Vivió siempre en la ciudad de Medellín y su obra da cuenta de los cambios drásticos que sufriera la ciudad en la primera mitad del Siglo XX. Como pintor también registra como un hecho estético las transformaciones que se dieron en el territorio de por cuenta de la modernidad y el progreso, la transformación del paisaje por cuenta de la minería y la industria, pero sobre todo, exaltando el trabajo común y cotidiano de las gentes en los pueblos, los caminos, las viviendas, por lo cual su obra es testimonio de una época de cambios vertiginosos en lo material y lo cultural.

Fue siempre fiel a sus convicciones estéticas fundamentadas en la necesidad la formación académica rigurosa del artista y el respeto a la naturaleza, por lo cual fue marginado por la crítica local interesada en el modernismo, al punto de ser hoy prácticamente desconocido; Chaves pintó hasta su fallecimiento a los 80 años de edad

Formación artística

Su primer maestro en el campo pictórico fue su propio padre Rafael Chaves Murcia quien era artesano-pintor. Colaboró con su padre en la elaboración de telones para el Teatro Bolívar] y decoraciones de casas particulares, demostrando su talento desde muy temprano. Las dificultades de la infancia dieron paso a una decisión clara y definitiva por el arte; a sus 15 años fue admitido en la academia particular del maestro Francisco Antonio Cano con quien se formó rigurosamente en los principios de la academia entre 1906 y 1911.

" "En el taller del maestro Francisco Antonio Cano recibió las primeras lecciones de arte y fue tal su capacidad para estas disciplinas que el mismo maestro Cano lo consideró su mejor discípulo y le permitió tomar parte en sus obras preferentemente en retratos, donde lograba gran expresividad"1 "

"HUMBERTO CHAVES poseyó excelentes cualidades naturales para la pintura y fue el heredero de algunas características y cualidades de Cano, tales como la abolición del negro de la paleta, reemplazándolo, como lo hicieron los impresionistas, por el violeta; otra característica fue la fidelidad al modelo. Esta conducta frente al color y los valores formales, condujo a toda la escuela hacia el realismo académico, estudiado pacientemente en todos sus aspectos."

Entre 1906 y 1910 asiste a la academia privada de Francisco Antonio Cano, y en 1911 sigue como su discípulo en la recién fundada Escuela de pintura del Instituto de Bellas Artes. Cuando el Maestro Cano se traslada definitivamente a Bogotá en abril de 1912 recomienda a Chaves para la dirección de la Escuela recién creada para que sea su reemplazo.

Fuera de su padre y del Maestro Cano, Humberto Chaves Cuervo no tuvo más maestros, por esto puede decirse que su madurez artística la logró por auto-formación. Fue pionero de la publicidad en Antioquia, y legó a sus alumnos el uso de la acuarela como técnica autónoma, técnica que desarrolló con perfección y por la cual fue siempre requerido, aunque en su propia opinión, era el óleo la técnica que demostraba el valor de un pintor.

Legado

Fue profesor de dibujo y pintura del Instituto de Bellas Artes de Medellín en distintas épocas; en 1912 Francisco Antonio Cano lo recomienda para reemplazarle en la recién fundada escuela de Pintura; en 1918 es nombrado Director de la Escuela en reemplazo de Gabriel Montoya, también discípulo de Cano, y sin duda, era el profesor de pintura en agosto de 1928, -según una foto publicada por la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín -, cuando la escuela se traslada al nuevo Palacio de Bellas Artes. Esta calidad de profesor lo convierte en el enlace obligado entre el maestro Cano -quien abandonó la ciudad en 1912, y los artistas antioqueños que sobresalieron a partir de los años 20 como Ricardo Rendón, y a partir de los 30, como Pedro Nel Gómez y Eladio Vélez,

  • Una de las contribuciones más significativas de Humberto Chaves Cuervo a la historia del arte antioqueño -además de transmitir los valores pictóricos del maestro Cano-, es la enseñanza de la acuarela de forma autónoma, es decir no considerada sólo como una técnica auxiliar de la pintura al óleo. Esta concepción y la más depurada técnica en base a veladuras con soporte estructural del dibujo fue desarrollada y enseñada a la generación siguiente, la cual acogerá esta técnica que congregará a varios pintores en la llamada Escuela de acuarelistas de Antioquia. Acoger la acuarela no significó para sus seguidores cultivar la depurada técnica de Chaves, ya que adoptaron una composición desestructurada y en base a manchas, no a veladuras, cuyo resultado visual es bien diferenciado respecto a las acuarelas pintadas por Chaves.
  • Cuando las vanguardias alejan al arte local de la academia y el realismo, Cano y Chaves por diferentes motivos son ignorados y relegados a partir de 1930, los nuevos artistas seguirán las nuevas tendencias, de allí que se afirme que Humberto Chaves Cuervo a pesar de su acertada labor pedagógica, no dejó discípulos.
  • Humberto Chaves Cuervo es pionero de la publicidad en Antioquia, campo en el que incursiona en los años 20 y 30 del siglo XX . En este caso, el arte se pone al servicio de los nuevas necesidades comunicativas relacionados con el progreso y la exaltación de la identidad regional, ya que era necesario convencer al consumidor local acostumbrado a productos artesanales, de las bondades de estos nuevos bienes de origen industrial entre ellos cigarrillos, chocolates, bebidas, bajo múltiples argumentos como el placer de consumir, lo saludable, la calidad o lo distinguido, entre otros.

Temas

Es el pintor de Medellín por excelencia, la pintó dejando en sus obras un testimonio de todas las transformaciones económicas y sociales. Toda su formación y evolución de sus ideas las forjó localmente, enterado y estudioso de las discusiones del arte, pero exterior a ellas. También dio cuenta de la transformación del paisaje ante las intervenciones humanas, y, ante todo, exaltó la vida del trabajo y la cotidianidad de las gentes de Antioquia en su éxodo colonizador o su desplazamiento de lo rural a lo urbano, por lo que fue reconocido como El pintor de la raza. Para algunos su aporte a la pintura de lo propio es equiparable a lo que hiciera Tomás Carrasquilla respecto a la literatura.

Pero Chaves es también quien registra con su obra la idea de progreso que obsesiona a la sociedad antioqueña:

"Es, posiblemente, el primer artista colombiano que incluye en su obra los objetos de la nueva tecnología industrial, al pintar, por ejemplo, en la serie sobre los medios de transporte que se conserva en Fabricato, una turbina penosamente conducida por una recua de mulas, el obrero abriendo la válvula de un oleoducto, los aeroplanos en sus hangares o un automóvil a plena velocidad por la vía, con un propósito plástico que rebasa la simple anécdota novedosa."

Sobre temas religiosos, realizó murales en las iglesias de Santo Domingo (Antioquia) y en la iglesia del Poblado en Medellín (1935), el viacrucis la capilla de "La Chinca" en Santafé de Antioquia (1933-34), y numerosos cuadros de la Virgen y el Sagrado Corazón que debían estar presentes en los hogares antioqueños como muestra de fe católica y obediencia a sus jerarcas.

Por último, y no menos artísticas las ilustraciones de Chaves dan sentido estético a publicaciones como ARTE (1913-1914), o ilustran cuentos de escritores locales para la revista Sábado, o se despliegan en pequeñas piezas destinadas al uso familiar, tarjetas, tareas escolares, o los dibujos y bocetos estudios en miniatura de sus obras, de gran valor porque dejan ver el proceso creativo del artista.

Crítica

La mejor definición de su obra es la que hace Chaves sobre sí mismo:

"mi escuela es la naturaleza y mi mayor esfuerzo es el que hago en no degenerarla, para copiarla en todo su esplendor y belleza"

En su obra La acuarela en Antioquia, Alberto Sierra y Jesús Gaviria afirman: "Humberto Chaves (Medellín, 1891-1970( sic) 1971 fue el principal heredero de los principios de su maestro, transformándolos, enriqueciéndolos y poniéndolos al servicio de una visión de lo real que excluía toda mediación poética. Chaves acerca la pintura a la tierra, es decir, su concepción de la realidad es inmediata, visual, casi retiniana. Esta manera particular de mirar el mundo lo aproxima a lo cotidiano, a lo familiar: costumbres, gestos, lugares. Con esta actitud, Chaves representa un hito importante en la historia del arte antioqueño al recoger valores de una tradición artística que, aunque corta, no es por esto menos tradición. Chaves toma de los primitivos artistas preacadémicos su amor por lo propio, por el registro de una realidad que se quiere tomar tal cual es, sin afeites "esteticistas". Pero este interés por lo vernáculo está muy lejos de lo ingenuo. No se podían desconocer las lecciones de Francisco Antonio Cano. Se pasa así de la academia al realismo; un realismo tal que a fuerza de destreza se vuelve casi fotográfico." La acuarela en Antioquia

Agregan los Cárdenas: "La precisión de los retratos, escenas de género y las claridades lumnistas logradas en sus obras, son trozos de la vida real ejecutados con virtuosismo y sensibilidad...." "...Chaves es el pintor de la geografía y de sus gentes, en cuyos cuadros resplandece la luz y las penumbras y las regiones de sombra se convierten en violetas tranparentes o en azules de recuerdos impresionistas.."

Conclusión

Humberto Chaves Cuervo fue iniciado en el arte por su propio padre, y se formó artísticamente en los valores de la academia que enseñara Francisco Antonio Cano, el gran pintor antioqueño. A pesar de todas las corrientes emergentes en la pintura el la primera mitad del siglo XX, su opción fue siempre una: el realismo entendido como sinceridad en el arte y respeto a la naturaleza. Puede decirse que hasta 1930 esta corriente predominaba en el medio aunque ya había sido controvertida en otros lugares. A partir de allí, los avances de las vanguardias pictóricas del siglo XX van relegando su obra y su legado hasta hacerlo invisible: "Prácticamente ignorado -en las historias recientes del arte colombiano y en las muestras antológicas del género en Colombia - su obra ha sido poco estudiada y mucho menos difundida, a pesar de estar representada en importantes colecciones de Colombia y el exterior. Se estima su producción en más de 3.000 pinturas, numerosas acuarelas y bocetos a lapíz"

En la práctica nada ha cambiado para el legado de Humberto Chaves Cuervo desde 1982 cuando se realizó la última exposición dedicada a su obra. Es una tarea pendiente traerlo al presente para que sea parte del patrimonio vivo de los amantes del arte, estén donde estén.


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